De nada sirve tener uno amortiguadores estupendos, si los ejes de tus trapecios no funcionan con suavidad. Siempre que desmontes tus ejes, verifica que los trapecios basculan sobre los ejes sin ninguna resistencia, y si es necesario aprovecha para limpiarlos.
Los huecos de los trapecios puedes limpiarlos con un bastoncillo de los oídos.
Los ejes puedes limpiarlos con un trapo. Si están oxidados, puedes pulirlos montándolos en la dremel, y haciendolos girar contra un trapo con pasta de pulir.
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